No voy a levantarme apurado, ni a ducharme apurado, ni desayunar apurado, ni salir apurado. Ni olvidarme de algo. Por apurado.
Ni a bajar las escaleras puteando. a mi vecina.
Hoy no voy a esperar el autobús. Esperanzado. Porque no va a tardar en llegar. Desesperado. Porque la espera recién empieza.
Hoy no voy a llegar tarde otra vez a la oficina.
Ni a saludar por saludar. Ni a drogarme con el café más feo del mundo. Para durar.
Ni a sentarme frente al escritorio. Para esperar. Esperanzado.
Porque el final del día no va a tardar en llegar. Desesperado.
Porque el final recién empieza.
Hoy voy a levantarme muy tarde. Y a ducharme muy despacio. Y a desayunar más despacio. Y voy a salir a la calle y al mundo no le va a importar. Y a mí tampoco.
Porque voy a estar espaciado, descansado y desapurado. Y esperanzado.
Porque el amor no va a tardar en llegar. Y desesperado.
Porque la esperanza recién empieza.
Ni a bajar las escaleras puteando. a mi vecina.
Hoy no voy a esperar el autobús. Esperanzado. Porque no va a tardar en llegar. Desesperado. Porque la espera recién empieza.
Hoy no voy a llegar tarde otra vez a la oficina.
Ni a saludar por saludar. Ni a drogarme con el café más feo del mundo. Para durar.
Ni a sentarme frente al escritorio. Para esperar. Esperanzado.
Porque el final del día no va a tardar en llegar. Desesperado.
Porque el final recién empieza.
Hoy voy a levantarme muy tarde. Y a ducharme muy despacio. Y a desayunar más despacio. Y voy a salir a la calle y al mundo no le va a importar. Y a mí tampoco.
Porque voy a estar espaciado, descansado y desapurado. Y esperanzado.
Porque el amor no va a tardar en llegar. Y desesperado.
Porque la esperanza recién empieza.
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